Tripaliare

Estoy muy solo, sumergido en un mundo empresarial
En donde las personas actúan como si las compañías
Fueran su familia o les debieran fidelidad;
Al comprar algo, al trabajar para ellas
Y parece tan natural esta absurdidad
que hasta algunas personas construyen su identidad
en base a una o varias marcas
o en torno a la empresa para la que trabajan.

¿Qué putas?

A mi alrededor las personas
Afirman que quiero todo regalado en la vida
Y lo dicen como si yo fuera una clase de enfermo
Un parásito social que están en el deber de señalar.
Yo tan solo quiero un trabajo que me guste hacer,
Que levantarse no sea un lamento por la conciencia
De que me sentiré como una mierda todo el día,
En un sistema donde todos me repiten que soy libre
Pero mi libertad consiste en elegir hacer algo que odio y me corroe
o dejar de hacerlo y esperar a morir de hambre en la calle.
¡Vaya libertad de mierda!

¿Por qué la gente me señala o me critica
por no hacer mi trabajo como debería?
"Le estás robando a tu empresa" - me repiten hasta el cansancio
¡Y qué importa!
¡A la mierda esta y todas las empresas del mundo!
¡Al infierno con esa visión lameculos del mundo con las multinacionales!
Lo que yo "le robo" a mi empresa no es ni una décima parte
De todo lo que ellos me roban a mí a diario
Y que solo dejan de mí un despojo que preferiría amanecer muerto.

Si por las empresas fuera,
Me esclavizarían a mí y a toda mi familia de por vida
Y hasta nos pedirían un pago.
Aún así, la gente las ve
Como si les estuvieran dando donaciones con cada sueldo.
Las empresas se acostumbran a dar lo mínimo
Y cualquier gesto humano no parece ya lo básico
Sino un enorme regalo de nuestros encorbatados benefactores.
Gente a la que le importa un culo
Si me la paso en mi trabajo pensando 
En ahorcarme con los cables del teléfono
O mejor me lanzo de la terraza
Donde está la nueva cafetería de marca
Como "recompensa a una empresa para jóvenes
que son los nuevos líderes y saben lo que quieren".

Reverenda estupidez

Este país plagado de nuevos líderes
Que no dirigen a nadie,
Ni el cauce de sus propias vidas
Y que apenas tienen la oportunidad del poder
Les crean a sus subordinados un infierno.
Por creer que todos pueden ser líderes
Todos meten sus putas narices, señalando,
A miserables como yo,
Que preferiría pasar todo el día pensando en qué escribir
O quizá estar desenterrando fósiles en las estepas de Mongolia
O simplemente gritarle a todo el mundo:
"¡Sí, sí quiero todo gratis! ¿Qué tiene eso de malo?"
Quisiera no pasar mi vida preocupado por subsistir
Tan solo descubrir y hacer lo que realmente disfrute
E ir donde me lleve mi escritura,
Mi descubrimiento personal o mis pasiones
Y mofarme de todo el que crea que el arte
Debería ser solo para las clases privilegiadas...

Pero nadie me entiende con esto
Y solo me queda callarlo en un rincón de mi mente,
Como uno de mis más vergonzosos pensamientos.


Vista desde la ventana a la salida de mi trabajo. Cada día ver el atardecer por entre esas montañas me hacía pensar de todo lo bello que me perdía de admirar por estar frente a una pantalla, como se supone que debía.